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El ritmo de la paz intergaláctica
Melody era una adolescente llena de energía que soñaba con convertirse en la mejor creadora de ritmos del universo. Su cabello, salpicado de mechas de neón, se movía al compás de la música que escuchaba a través de sus enormes auriculares. Su chaqueta, cubierta de pines con notas musicales, era su marca personal.
Un día, mientras experimentaba con nuevos sonidos en su habitación, Melody descubrió algo extraordinario. Su sintetizador, al que cariñosamente llamaba Harmony, comenzó a brillar con luces LED pulsantes y a mostrar un display holográfico. Para su asombro, Harmony cobró vida propia.
¡Hola, Melody! saludó Harmony con una voz electrónica y melodiosa. He estado esperando el momento adecuado para revelarme. Necesito tu ayuda para una misión crucial. Melody, boquiabierta, tardó unos segundos en responder. Harmony, ¿puedes hablar? ¿Qué clase de misión?
Soy un sintetizador avanzado de una civilización lejana, explicó Harmony. Fui enviado a la Tierra para encontrar a alguien con el talento musical necesario para crear el ritmo de la paz universal. Ese alguien eres tú, Melody.
Harmony le contó sobre una inminente conferencia de paz intergaláctica donde diversas facciones en guerra se reunirían. La música, según Harmony, era la clave para unir a estas civilizaciones tan diferentes. Sin pensarlo dos veces, Melody aceptó la misión. ¿Cómo llegamos allí? Preguntó emocionada. Observa, respondió Harmony. Sus luces LED brillaron intensamente y un portal se abrió en la habitación de Melody. Juntos, atravesaron el umbral hacia una aventura interestelar.
Al otro lado del portal, Melody se encontró en una enorme sala de conferencias llena de criaturas de todas las formas y colores imaginables. Algunos tenían tentáculos, otros múltiples ojos, y algunos parecían hechos de pura energía. Bienvenida al Centro de Conferencias Intergaláctico, anunció Harmony. Tenemos poco tiempo. La conferencia comienza en una hora terrestre.
Melody se puso manos a la obra. Conectó a Harmony a los sistemas de sonido de la sala y comenzó a experimentar con diferentes ritmos y melodías. Cada vez que creaba un nuevo sonido, observaba las reacciones de los diversos seres en la sala. Notó que los seres con tentáculos se movían al ritmo de los sonidos graves, mientras que las criaturas de energía vibraban con las frecuencias altas. Los seres con múltiples ojos parpadeaban al compás de los ritmos sincopados.
—¡Eso es! —exclamó Melody. —Cada especie responde a diferentes elementos musicales. Si combino todos esos elementos en una sola pieza, trabajando frenéticamente, Melody comenzó a mezclar los sonidos. Bajos profundos para los seres con tentáculos, melodías agudas para las criaturas de energía y ritmos complejos para los seres multicolores. Mientras tanto, la tensión en la sala aumentaba. Algunas facciones comenzaban a discutir y el ambiente se volvía cada vez más hostil.
Rápido, Melody, urgió Harmony. El tiempo se acaba. Con una última serie de ajustes, Melody completó su creación. Espero que funcione, murmuró y presionó el botón de reproducción. La música llenó la sala. Al principio, todos se detuvieron, sorprendidos. Luego, poco a poco, cada ser comenzó a moverse al ritmo de la música. Los tentáculos se ondulaban, las criaturas de energía brillaban con intensidad y los seres multicolores parpadeaban en sincronía. La atmósfera en la sala cambió completamente. Las discusiones cesaron, reemplazadas por sonrisas o lo que parecían ser sonrisas en algunas especies y gestos amistosos.
—¡Lo lograste, Melody estaba exhausta pero feliz. Ha sido la experiencia más increíble de mi vida, le dijo a Harmony mientras atravesaban el portal de regreso a su habitación. Y es solo el comienzo, respondió Harmony. El universo está lleno de conflictos que podrían resolverse con la música adecuada. ¿Qué dices? ¿Estás lista para más aventuras? Melody sonrió ampliamente. Por supuesto, siempre que estemos juntos, Harmony, no hay ritmo que no podamos crear ni paz que no podamos lograr.
Y así, Melody y Harmony se prepararon para su próxima misión, listos para llevar el poder de la música a los rincones más lejanos del universo. Un ritmo a la vez.