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La princesa influencer y el hada arcoiris
Érase una vez, en un reino no muy lejano, una princesa llamada Zoe, que no era como las demás. Con su tiara cuidadosamente colocada sobre un moño despeinado, zapatillas deportivas bajo su vestido de diseñador y su inseparable smartphone, Zoe era la definición perfecta de una adolescente moderna con sangre real.
Un día, mientras exploraba los jardines del palacio en busca del ángulo perfecto para su próxima selfie, Zoe se topó con una diminuta hada llamada Prism. Sus alas y cabello cambiaban constantemente de color, recorriendo todo el espectro del arco iris. En su mano sostenía una varita que parecía un pincel mágico.
—¡Hola, princesa Zoe! —exclamó Prism con voz cantarina—. He oído que buscas algo especial para tu cuenta real en las redes sociales.
Zoe, emocionada por la aparición de la hada, respondió. —¡Así es! Quiero mostrarle al mundo la magia que existe en nuestro reino. ¿Tienes alguna idea?
Prism revoloteó alrededor de Zoe, dejando un rastro de brillos multicolores. —Por supuesto, conozco el lugar perfecto, el bosque encantado. Está lleno de criaturas míticas que nunca has visto. Serían perfectas para tus fotos.
Sin pensarlo dos veces, Zoe guardó su smartphone en su bolso de diseñador y siguió a Prism hacia el misterioso bosque. A medida que se adentraban entre los árboles centenarios, el mundo a su alrededor cobraba vida con magia y color. Prism guiaba a Zoe por senderos ocultos, iluminando el camino con su resplandor arcoíris.
Pronto se encontraron en un claro donde un grupo de unicornios pastaba tranquilamente. Zoe no podía creer lo que veían sus ojos y rápidamente sacó su smartphone para capturar el momento.
—¡Espera! Susurró Prism. Primero debes ganarte su confianza. Con un movimiento de su varita pincel, Prism hizo aparecer un puñado de manzanas doradas. Ofrécele estas manzanas mágicas.
Zoe se acercó con cuidado a los unicornios y les ofreció las manzanas. Para su sorpresa, los majestuosos animales se acercaron y comieron de su mano. Fue entonces cuando Zoe pudo tomar las fotos más increíbles que jamás había imaginado.
Animada por su éxito, Zoe siguió a Prism más profundo en el bosque. Encontraron un estanque de aguas cristalinas donde las sirenas cantaban melodías hipnóticas y un árbol gigante habitado por diminutos elfos que tejían telas de araña con hilos de oro. En cada parada, Prism enseñaba a Zoe.
Zoe estaba aprendiendo algo mucho más valioso, la importancia de la conexión real con la naturaleza y sus habitantes mágicos. Al caer la tarde, Prism llevó a Zoe a una cascada de luz donde las hadas de la noche despertaban.
Mientras Zoe observaba maravillada, Prism le dijo, Recuerda, princesa, la verdadera magia no está en las fotos que tomas, sino en las experiencias que vives y compartes con los demás. Zoe miró su smartphone lleno de imágenes increíbles y luego a Prism con una sonrisa de comprensión. Tienes razón, Prism. Estas fotos son hermosas, pero la aventura que hemos vivido juntas es el verdadero tesoro.
Con el corazón lleno de nuevas experiencias y una perspectiva fresca, Zoe regresó al palacio, acompañada por su nueva amiga Prism. A partir de ese día, la princesa no solo compartía fotos en sus redes sociales, sino también las lecciones y la magia que había descubierto en el Bosque Encantado, inspirando a sus seguidores a ver el mundo con ojos nuevos y a respetar la magia que los rodea.